Lo único que encontré sobre el doctor, fue una carpeta. La
abrí...en ella, había una foto de el, una de su mujer y de sus dos hijos
varones gemelos. Las únicas fechas que venían, eran las de los fallecimientos
de los componentes de la familia, la primera que falleció fue la madre en un
accidente de trafico, con teinita y cuatro años según el informe, iba con sus
dos hijos, de dos años en el cual uno de ellos quedo en estado vegetativo, el
otro solo tubo contusiones. El nombre del doctor, era Luis, el de la madre
Josefina y los de los niños Adrián y Samuel.
Según el informe, el padre murió a los ocho años de morir su
mujer y parece ser que no estaba muy claro, si fue por accidente o suicidio,
fue por un disparo en la cabeza.
La fecha de los hijos, estaba como “desaparecidos”, eso era
todo lo que había en la carpeta sobre la información de la familia del doctor.
No era mucho que digamos, lo suficiente para que la intriga
por lo que me atraía la casa, fuese en aumento.
Al despedirme, la bibliotecaria me pregunto si había
encontrado algo de interés en lo que estaba buscando..., gracias por todo,
aunque creo que el interés por la mansion, me va hacer ir a visitarla de
nuevo..., la conteste. No creo que encuentre nada interesante en ella, desde la
muerte del doctor, se cerro y después de que la policía, diera el caso por
cerrado, nadie ha vuelto a entrar en ella, aunque después de lo sucedido si se
han escuchado muchas historias sobre la mansion, gracias de todas las maneras...,
ha sido usted muy amable.
Ya se me hacia tarde para comer y fui al hotel, haber que me
había preparado la dueña, la comida fue suculenta, después de tomar el café le
pedí la llave de la habitación, era bastante acogedora, me tumbe a ver si podía
descansar y dormir un rato, pues mis planes eran acercarme a la casa de nuevo
antes de que anocheciera.
3º Capitulo
Nada mas despertarme, cogí el coche y emprendí camino hacia
la mansion del doctor, antes me pase por la gasolinera a comprar una linterna,
pues recordé que no tenia linterna y quizas se me podía hacer tarde y seguro
que la casa estaría sin luz, pues mi intención era entrar en ella y quitarme el
gusanillo de conocerla por dentro.
Pare el coche justo en la entrada, donde la primera vez, lo
primero que hice fue mirar hacia la terraza principal, estaba completamente
vacía no estaba ni la mecedora ni el caballo de madera, algo raro pasaba, o
cuando estuve la primera vez, vi cosas que no existían.
Me dirigí a hacia la escalera escabrosa..., de los laterales
del ultimo escalón, nacían dos grandes columnas sujetando la terraza principal
del segundo piso. Me acerque a la puerta principal, era grande con un llamador
de metal en el centro, con la mano algo temblorosa golpee sobre la puerta con
el, lo hice como cuatro veces, y como era de esperar nadie contesto, baje la
mano hacia la manivela para intentar abrirla, cual fue mi sorpresa, que estaba
sin echar la llave, abrí la puerta y entre, tenia un gran recibidor, a la
izquierda una entrada diáfana hacia un gran salón, a continuación una escalera
ancha, que subía hacia la parte superior de la casa, debajo de la escalera una
puerta, imagino que seria un armario ropero y a la derecha una puerta de vaivén
que daba a la cocina, la luz era escasa, pues tenia todas las cortinas echadas,
el mobiliario tapado con sabanas blancas, entre a la cocina para buscar el
cuadro de la luz, por si había suerte y hubiera corriente, pero alli no se
encontraba, me dirigí de nuevo al salón descorrí las cortinas, era enorme, en
un extremo una gran librería llena de libros la mayoría de medicina, pegada a
la ventana una mesa con sillas de comedor, en el centro de la pared del fondo
una gran chimenea, a su alrededor y tapados con sabanas dos grandes sofás y un
sillón, se la veía un casa acogedora, estaba tal cual la dejaron sus
inquilinos, me dirigí hacia la escalera para subir al piso superior, la
barandilla era con balaustres blancos y pasamanos en negro.
Una vez arriba, la barandilla continuaba hacia la derecha.
Había cinco puertas las cuales daban a los dormitorios, era un largo pasillo de
un lateral de la casa al otro.
Entre, en lo que creía que podía ser el dormitorio
principal, estaba a la izquierda, un dormitorio grande pero nada del otro
mundo, pero un momento..., en un rincón estaba la mecedora que vi junto al
caballo en la terraza, la habitación estaba unida por un pequeño pasillo a la
terraza, la siguiente puerta era el dormitorio de uno de los hijos, llena de
juguetes y muy alegre, a continuación la otra habitación la del otro hijo,
igual que la otra, pero esta aparte de los juguetes tenia una silla de ruedas
de esas especiales para niños con discapacidad, me impresione al verla, debía
ser la habitación del hijo que quedo mal parado en el accidente, las otras dos,
una imagino que la de invitados y la otra una habitación de juegos de los niños
y alli estaba, el caballo de madera que vi desde afuera en la terraza.
Baje de nuevo a la planta de abajo, en algún lugar tenia que
estar la entrada para bajar al sótano que vi en la zona de atrás de la casa,
abrí lo que creí que era un armario ropero y no, era la entrada al sótano, pero
no se veía absolutamente nada, encendí la linterna y nada mas abrir la puerta,
que olor, no se si era a humedad de estar cerrado y sin ventilación, pero no era
nada agradable ese olor, ilumine la escalera para ver el estado en el que se
encontraba, parecia que estaba bien, bajando me dio en la cabeza como especie
de un cordón, era de esos que se utilizan para encender la luz, tire de el, y
suerte había luz. ¿Pero que era lo que veía?... De pronto se apago la luz.
Volví a encender la linterna, una vez abajo el olor era mas
intenso, era como...,una acumulación de olores ufff me daban hasta arcadas, a la izquierda al final de
escalera estaba el cuadro de la luz, con un montón de interruptores y uno
general, subí el general y efectivamente había luz, el sótano, era toda la
planta baja de la casa.
Era un laboratorio, con estanterías llenas de frascos de
cristal con líquidos, había una mesa de quirófano, en un lateral con infinidad
de instrumentación preparado para hacer operaciones quirúrgicas, pero esto
dentro de lo normal pues era la casa de un doctor, aunque pensándolo bien...,
en la casa no había ningún sitio donde pasar consultas, tampoco pregunte si en
el pueblo había consulta medica, imagino que si, y alli seria donde el doctor
pasaría consulta.
Había un escritorio, con cajones en uno de sus laterales,
todos cerrados con llaves, busque la llave por encima y no estaba, pasando la
mano por debajo, no te algo, efectivamente era la llave, aunque estuviera feo
lo que estaba haciendo, la curiosidad me podía, fui abriendo los cajones y
todos vacíos menos el ultimo, en el cual había una carpeta y dentro un juego de
llaves una de ellas mas pequeña que las otras, igual que la de los cajones,
debía ser ser del archivador que estaba junto al escritorio, ¡Si! era del
archivador, estaba lleno de carpetas con informes médicos, creo que eran sobre
pacientes del pueblo, lo que me llamo la atención es que la mayoría eran de
niños.
Un momento..., escucho ruidos en la parte superior, que
raro, eran como unos golpes, subí arriba haber de donde venían los golpes. Que
veían mis ojos..., era el caballo de madera estaba fuera de la habitación
detrás de la barandilla del pasillo de las habitaciones y balanceándose, ese
era el ruido que escuchaba, pero como podía estar ahí si estaba dentro de la
habitación, ahora si que me entraron nervios y para que hacerme el valiente,
algo de miedo tambien tenia, no era muy normal lo que estaba ocurriendo, subí
con algo de precaución, cogí el caballo y lo lleve a la habitación en la que
estaba, entre a la otra habitación del otro hijo y ¡Dios! No podía ser la silla
de ruedas no estaba, que estaba ocurriendo. ¿Quién podía haber movido esos
objetos? ¡Ahí alguien en la casa!.... Grite. ¡Ahí alguien!... Como era de
esperar, no había nadie o por lo menos no hubo contestación ninguna.
Algo estaba pasando, no se que seria, pero en la casa me dio
la impresión de que algo raro ocurrió. Baje al salón a ver si en la gran
librería había algo interesante, que me pudiera orientar sobre que es lo que
estaba pasando, encontré un álbum de fotos de familia, le eche un vistazo, la
mujer era joven y bella, por lo menos en un retrato que se encontraba ella
sola, en otra estaba con los niños, eran como dos gotas de agua, dos años ponía
en la fecha de la foto, debió ser poco antes del accidente, del doctor solo
había una, un hombre normal con un gran bigote. Había una foto suelta, en la
que se encontraban los dos hermanos juntos, daba cosa mirarla, uno subido en el
caballo de madera y el otro..., pobre, en la silla de ruedas sujeto por la
cintura y por la frente con unas correas, para que no se cayese imagino, lo mal
que lo tubo que pasar esa criatura, en el informe de la biblioteca ponía que
después del accidente se quedo en estado vegetativo.
Lo que no me explico es como el doctor se pudo hacer cargo,
de esas dos criaturas el solo, durante seis años y de los niños no se volvió a
saber nada. Imagino que dejaría la consulta para atender a sus hijos, o tendría
alguna ayuda de una mujer para los quehaceres de la casa. Desde luego la casa
estaba en perfecto estado, si no fuera por
la suciedad acumulada por el tiempo, nadie diría que estaba cerrada.
Ya se había hecho de noche y volví al sótano, pues era la
parte de la casa, en las que había cosas que me pudieran dar algunas respuestas
sobre lo que alli paso, de momento, muy limpio que digamos no estaba, pero el
olor que anteriormente tenia había casi desaparecido. Un momento..., esto ya era
para pensarse si continuar alli o salir por pies, no podía ser...,la silla de
ruedas estaba alli en un rincón, o el olor que había anteriormente me había
afectado, o esto ya pasaba a ser cosas de espíritus o algo parecido.
Que podía hacer, subir las escaleras como tren que lleva el
diablo o quedarme y seguir investigando.
4º Capitulo
Volví a echar un vistazo a los informes médicos, me preocupo
mucho el ver tantos informes de niños. A la vez no podía dejar de mirar la
silla y como había ido a parar alli.
Ya eran altas horas de la noche y la verdad que estaba
cansado, quizas por las experiencias casi paranormales diría yo, que habían
ocurrido en mi estancia en la casa. Deje los automáticos, del cuadro de la luz,
como los encontré, encendí la linterna y subí a la planta principal, a echar
las cortinas que descorrí y me dirigí fuera de la casa, tenia ganas de coger el
coche llegar al hotel y pegarme una buena ducha y descansar, mañana seria otro
día, para intentar descubrir algo mas.
La noche la pase pensando, no se me quitaba de la cabeza lo
de la silla de ruedas y lo del caballo, pero que si algo si descanse, baje a
desayunar. La mujer del hotel me pregunto. ¿Ha ido a visitar la casa del
medico? Me extraño mucho que me hiciera esa pregunta, porque al preguntarla yo
por el tema el día que llegue, no quería saber nada. Si..., la conteste. ¿Por
qué me lo pregunta? No, por nada. Y a los pocos segundos. ¿Ha visto o le ha
pasado algo extraño? Dicen que el espíritu del doctor, anda vagando todavía por
la casa y que ocurren cosas extrañas. No..., nada anormal, la conteste. No
quería que me tomase por un loco.
A la que si tenia ganas de visitar de nuevo era a la
bibliotecaria, creo que era la única con la que podía hablar sobre el tema,
ella tenia que tener mucha mas información de la que encontré en la estantería
con la letra ”D” en la biblioteca. Hacia alli me dirigí, de una de las calles
que daban a la principal escuche el sonido del correr del agua, debía ser del
arroyo, ande por esa calle hacia adelante, había un pequeño puente sobre el
arroyo, pasado el puente había un camino arbolado y un poco mas adelante vi que
se encontraba el cementerio, me acerque hasta la puerta.
Era como cualquier cementerio..., una vez dentro vi que
estaba muy, muy bien cuidado, lo que me
extraño, es que había algunas tumbas con cruces en mármol blanco y todas mas o
menos juntas, me acerque a ellas.
Eran todas de niños y en las grabaciones de las cruces,
todas con edades similares, ufff aquello me dio mucha grima, incluso algunas
tenían puesto las fotos de los pequeños, las fechas de los fallecimientos
coincidían casi todas, mucha casualidad, pensé...
Salí del cementerio, con no muy buen cuerpo, después de ver
esas cruces de mármol blanco.
Me digí hacia la blibioteca, al cruzar la puerta como el día
anterior, alli estaba el moño con sus lapiceros clavados era el de, mi amiga la
bibliotecaria, detrás del mostrador. Acercándome di los buenos días, buenos
días..., me contesto.
¿En que puedo ayudarle de nuevo? Mire ayer por la tarde
estuve en la mansion del doctor, de camino hacia aquí me he pasado por el
cementerio, he visto algunas tumbas de niños de corta edad, me gustaría si no
es mucho atrevimiento invitarla a un café y que me contara si es usted tan
amable, lo que sepa sobre los acontecimientos de la época, en la que el doctor
vivió solo con sus dos pequeños. No se, no se..., me contesto. Aquí en el
pueblo la gente es muy habladora, en cuanto ven a una mujer soltera, con un
apuesto joven como usted, ya sabe..., por favor señora..., la dije.
No vaya usted a pensar que yo... no, si es por las
habladurías.., comento.
Cuando cierre la biblioteca, si quiere nos vemos en la
cafetería del hotel después de comer..., me comento. ¿Y porque no mejor?..., si
me permite el atrevimiento, la invito a comer y así tenemos mas tiempo para
charlar sobre el tema, pues me gustaría por la tarde volver de nuevo a la casa.
De acuerdo..., nos vemos en la cafetería del hotel, le parece a la una y
media... Si señora buena hora.
Salí de la biblioteca convencido, de que en la comida podría
obtener algunas respuestas, que me inquietaban sobre la mansion.
Espero que la bibliotecaria no se piense, que quiero tener
algo con ella, jeje, la he notado algo coquetona conmigo.
Me di un paseo por el pueblo, para hacer algo de tiempo y
con la primera persona que me encontré le pregunte, si había algún consultorio
medico en el pueblo, me contesto que si, pero solo esta abierto dos días a la
semana y que pasaba consulta un medico que venia del pueblo mas cercano, hace
años se cerro por la muerte del doctor.
Nada mas llegar al hotel, lo primero fue decirla a la señora
del hotel, que preparase una mesa en un sitio tranquilo para dos.
La bibliotecaria llego puntual, pero que veían mis ojos...,
el moño se la debió caer por el camino iba con el pelo suelto, vestido de color
rojo y muy pintorrojeada, huy, huy, no quería imaginarme lo que no me quería
imaginar, pero dejemos esos detalles aparte. La invite a tomar algo antes de
sentarnos a comer, ella se pidió un vermouth blanco y yo una cerveza.
A todo esto me presente, mi nombre es Dario encantado y ¿El
suyo?...,
Me llamo Ana, encantada.
¿Cómo tanto interés? Por la mansion y su familia..., me
pregunto.
Fue pasar por la carretera y verla a lo lejos me llamo la
atención, me acerque a verla de cerca, lo curioso fue lo que me paso, la
terraza principal estaba vacía cuando llegue y al irme vi dos objetos, una
mecedora y un caballo de madera. A partir de ahí, fue curiosidad por aquella
casa, ayer paso lo mismo, cambiaron de lugar sin ninguna explicación normal.
Lo que le ha pasado a usted, con la mecedora y el caballo de
madera, es una historia que se viene escuchando hace años en el pueblo, la
gente que lo ha contado no ha vuelto mas alli. Cuentan que el espíritu del
doctor deambula por la casa..., me comento.
¿Y que me puede decir? sobre las tumbas de los niños, y que
fallecieran todos mas o menos en la misma época... Fueron atendidos por el
doctor, según el, fue una epidemia que afecto algunos niños a la vez, a todos
ellos los atendió en su casa una vez que empeoraban, y así los podía tener mas
vigilados. ¿Pero como se las podía apañar? atender a sus dos hijos, uno de
ellos en el estado en el que estaba y encima a otros niños enfermos... Nada mas
morir su mujer contrato a una ama de llaves, que tenia conocimientos de
enfermería, esta mujer desapareció antes de su muerte...
Pero si le parece seguimos con la conversación tomando el
café, después de comer pues la mesa ya esta puesta y enseguida nos servirán la
comida. Y así disfrutaremos mas de la comida..., comente.
La comida estaba exquisita y que decir del postre, con el
café me pedí una copa de brandy y mi amiga la bibliotecaria me acompaño con lo
mismo. El cambio radical de cuando la conocí, uff, no me la hubiera imaginado
así de ninguna de las maneras.
Continuamos con la conversación, entre trago de café y
brandy.
Sin yo preguntarla, siguió contándome...,de sus hijos no se
ha vuelto a saber nada, pues al faltar unos días sin aparecer por la consulta
del pueblo el doctor, el gasolinero se acerco a la casa para que le hiciera
unas recetas y fue el, el que se encontró el cuerpo sin vida, según el informe
de la autopsia llevaba muerto unos tres días, hasta que se descubrió su cuerpo.
Y eso es todo lo que puedo contarle Dario, sobre el doctor y
la mansion. Ya sobre las cosas extrañas que ocurren dentro, es un tema que me
da mucho respeto, y no le puedo ayudar.
Ana, lo único que puedo decirla es que ha sido usted muy
amable al haber accedido a mi invitación y a contarme todo lo que sabe sobre el
tema, si descubro algo mas, usted será la primera en enterarse, ahhh y otra
cosa. ¡Que esta usted muy guapa! ha sido un placer el haberla conocido. Ahora
si me lo permite, voy haber si me doy una vuelta por la mansion, ya me pasare por la biblioteca si
hay acontecimientos nuevos.
De nuevo, camino de la mansion me iba preguntando, que podía
hacer si me encontraba de nuevo con la silla o el caballo cambiados de lugar,
que seria o quien seria el que los cambiase. Iba con ese temor, pero después de
los pasos dados, tenia que encontrar esas respuestas, y no había otro lugar que
en la mansion. De una cosa si estaba convencido y era que no estaba haciendo
nada malo y creo que a nadie le podía molestar.
De nuevo estaba alli con la linterna en la mano, mirando hacia
la terraza. ¡No, por favor otra vez, no! La mecedora y el caballito, alli
estaban como dándome la bienvenida, me dirigí hacia la escalera de la entrada,
las cortinas descorridas, pero como puede ser, esto ya me olía o a broma o a
cámara oculta. Las deje como las encontré al entrar en la casa, corridas del
todo. Entre dentro..., las sabanas no estaban por encima de los muebles, todo
el mobiliario estaba al descubierto. Me dirigí hacia la puerta del sótano con
la linterna en la mano, seguro que ahí, estaban todas o partes de las
respuestas que estaba buscando, se me ocurrió tirar del cordón que encendía la
luz de la escalera que bajaba al sótano, la luz se encendió, que cosa mas
rara..., yo deje los interruptores de la luz todos bajados, y estaba todos para
arriba.
Había un silencio total, el mal olor había desaparecido por
completo, abrí de nuevo el archivador, cogí la carpeta donde estaban los
informes de los niños, todos coincidían con los nombres de los del cementerio,
abrí otra carpeta, esta eran informes personalizados de los niños y
efectivamente por las fotos eran los mismos niños que estaban enterrados en el
cementerio del pueblo. La causas de las muertes, todas por enfermedad y la
verdad no entiendo nada de medicina, pero en cada informe ponía un nombre
diferente y según Ana la bibliotecaria, todos fallecieron por una epidemia,
Algo no me cuadraba, pues debería poner el mismo nombre en todos los informes.
Nada mas guardar las carpetas en el archivador, algo empezó
a ocurrir, empecé a notar como un pequeño temblor, cada vez iba a mas no podía
moverme, que es lo que estaba ocurriendo. De momento paro... pero la camilla de
quirófano y la bandeja con instrumentación que había al lado empezó a moverse
con movimientos cada vez mas fuertes, los bisturís, tijeras y demás
instrumentos empezaron a caer al suelo. De pronto tambien se paro, ufff ¿Qué podía hacer?... ¿Salir de alli?
Me quede como una estatua, no sabia si moverme y echar a
correr escaleras arriba o que, pero un momento, los segundos que me quede
paralizado, pensé... donde esta la entrada con el portón que había en la parte
trasera de la casa, fue un detalle que se me paso por alto la otra vez que
baje, entonces el portón no tiene entrada a la casa, saldré a ver que es lo que
esconde. Nada mas empezar a subir las escaleras de nuevo otro temblor, este tan
fuerte que me dio miedo a subir por la escalera, empezó a oler mal como la
primera vez que baje, me gire..., ¡Y por dios! La camilla de quirófano estaba
toda ensangrentada, y la instrumentación que se había caído al suelo estaba
toda extendida por encima, parecia como si algo o alguien me quisiera meter
miedo, pero, ¡No! Si hubiera sido así, ya se me lo podía haber hecho y aunque
soy un poco escéptico a lo paranormal, creo que alguien o algo me quería decir
algo.
Lo único que se me ocurrió, fue como un loco, hacer
preguntas no se a quien. ¿Que quiere o que quieren de mi? ¿Qué puedo hacer,
para entender lo que esta pasando? ¡Si esta en mis manos ayudare!... Dije.
Todas las palabras entrecortadas y con mi cuerpo todo tembloroso, se me iba a
salir el corazón lo tenia a trescientos.
Encima del escritorio no había nada, y de pronto con sangre
se empezó a escribir. “En la parte de atrás, de la casa”
De piedra me quede al ver, como se iba escribiendo la frase.
El desenlace
Antes de salir, recordé que el portón estaba cerrado con una
cadena y un candado, una de las llaves podía ser las que estaban con las de los
cajones y el archivador, estaban encima del archivador, las cogí y me dirigí
hacia fuera de la casa, ya estaba casi anocheciendo.
Una vez delante del portón, lo primero que me dio por fue
por pensar..., que haber que podía haber ahí adentro. ¿Con qué me encontraría?
Eche el poco valor que me quedaba, a las espaldas, abrí el candado y aparte las
cadena, abrí la puerta hacia arriba, pero me di cuenta que no había nada para
sujetarla, me asome alumbrando con la linterna, parecia como otra especie de
sótano contiguo al de la casa, había una escalera que bajaba, parecia segura,
por lo menos tenia barandilla, precavido de mi cogí el candado, por si las
moscas, por lo menos no me quedaría encerrado ahí abajo, solo me faltaba eso,
después de todo lo que había pasado.
Había una oscuridad total..., aquí si que olía a humedad,
había un pasillo y por la situación, creo que iba paralelo al costado de la
casa, a unos pocos metros acababa el pasillo y daba como a una especie de una
habitación grande, antes de entrar entra en la habitación vi una mesa con tres
candiles, una garrafa con un liquido que me imagino que seria de alcohol para
los candiles y una caja de cerillas, llene uno de los candiles y rece para que
las cerillas encendiesen, y así fue encendí el candil. Uffff que horror no me lo podía creer, que veían
mis ojos ...
Estaba la mecedora..., con un cuerpo putrefacto, por las
vestimentas parecia de una mujer sentada delante, como de una especie de nichos
abiertos pequeños y en cada uno de ellos, cuerpos de niños desnudos en el mismo
estado. Pero esto no era todo, tambien estaba la silla de ruedas y lo peor...,
con un niño sentado, imagino que seria el hijo del doctor y el caballo de
madera detrás de la silla, como escondido.
No sabia que hacer, pensé que lo mejor era salir de alli y
avisar de lo que había descubierto.
¿Porque y como habían llegado hasta alli? La mujer tenia
como roto el cráneo, como por un fuerte golpe. ¿Qué habría pasado?
Pero antes de salir, el caballo se empezó a mover cada vez
con mas energía, no sabia que hacer, me acerque haber si es que tenia algún
mecanismo que hiciese que se moviera, pero no parecia que hubiese nada. Un
momento..., detrás de la silla de ruedas vi que había como especie una cartera
colgada, fue cogerla y el caballo se paro, claro, ya iba entendiendo todo lo
que me había ido ocurriendo en la mansion, habían sido como mensajes.
Me acerque a la mesa, abrí la cartera a ver los que había
dentro, había unos folios escritos, parecía una especie de informe que decía:
Los niños que he tenido a mi cuidado, junto a mi ayudante y
ama de llaves, han sufrido una epidemia desconocida, hemos intentado con todos
nuestros conocimientos y medios, salvar sus vidas incluso con operaciones
complicadas en el sótano, he llegado a utilizar a mi hijo sabiendo en el estado
en que se encontraba, como conejillo de indias, haciendo trasplantes a los
niños afectados, nunca me lo perdonare, pero dieron buenos resultados todos,
los niños iban evolucionando favorablemente, incluso mi hijo llego a mejorar
algo con la ayuda de los otros niños, de pasar de estado vegetativo, llego a
entender y a contestar con sus ojos, fue un milagro. Dos días antes de empezar
a darles el alta a los niños mas mejorados, mi ama de llaves desapareció, y los
niños sin causa alguna empezaron a empeorar, estuve tres días sin ir a pasar
consulta al pueblo por estar con ellos, haber si podía encontrar la causa del
empeoramiento, primero falleció mi hijo y en cuestión de horas se me fueron
muriendo en mis brazos los demás. Fue, todo un caos, el cielo encima se vino
encima...
Mientras leía aquello, escuche unos ruidos que venían del final
del pasillo, solté los papeles, y me dirigí para ver que podía ser...
¡Ana!... ¿Qué hace usted aquí? Se presento apuntándome con
una pistola, no sabia a que venia todo eso.
Dario..., tubo que venir usted a este lugar a remover todo
lo que ya estaba olvidado, a remover mi amor del pasado, por el que luche,
después de la muerte de su mujer, ¡Si! El doctor y yo nos enamoramos, tuvimos
que tener nuestro amor escondido por culpa de las habladurías de la gente del
pueblo, y después vino su ama de llaves, que quiso alejarme de el, yo no lo
podía permitir, ella siempre a su lado, sentada en la mecedora cuidando de su
hijo enfermo y viendo como jugaba su hermano con el caballo de madera.
Y yo era la amante de el, no era justo, cada día le absorbía
mas ella, los niños enfermos, nos quitaban momentos de estar juntos.
Un día en una discusión que tuve con ella, la empuje y ella
cayo por las escaleras, se levanto y se vino hacia mi, cogí una figura del
salón y le di con ella en la cabeza. Fue un accidente..., me dijo ella toda
exaltada. Como un accidente, tu la asesinaste..., la dije. A todo esto no
dejaba de apuntarme con la pistola.
¿Y los niños, que les paso? ¿Y que hiciste con sus hijos?
Los niños estaban moribundos...,¿Qué podía hacer? Los baje
aquí con ella, con su mecedora para que los siguiera cuidando, lo mismo hice
con su hijo enfermo... les di de beber, uno de los líquidos que tenia Luis en
el sótano, supongo que seria veneno. Ana, usted esta enferma... Sabe que algún
día esto se sabrá.
Y con su otro hijo, ¿qué hizo? A el no le hice nada, no he
vuelto a saber de el después de lo ocurrido con la ama de llaves, salió por la
puerta corriendo y nadie ha vuelto a saber de el.
¿Pero y las cruces del cementerio? Están puestas
simbólicamente por ellos..., me contesto, con voz fría y calculadora.
¿Y como la policía no miro aquí abajo? Si que miro, pero no
pudo encontrar nada porque esto, estaba cerrado por un muro, pero no se quien
de estos espíritus endemoniados o lo que sean, lo han abierto para ti. El
caballo empezó de nuevo agitarse, yo note que empezó a ponerse nerviosa, yo
estaba justo delante de la silla de ruedas y del caballo.
¿Qué esta pasando ahí detrás? Pregunto..., parece ser que el
caballito quiere jugar con usted o serán los espíritus endemoniados, pero creo
que no vas a tener esa oportunidad, querido Dario. Creo que les vas hacer
compañía, por una buena temporada.
No se lo que paso, pero en un instante, note como algo me
arrollaba por atrás, caí al suelo y escuche un disparo. Vi como la silla de
ruedas con lo que quedaba del niño atado con las correas, se dirigió hacia
ella, y la tiro contra la mesa donde estaba la garrafa con el alcohol, el
alcohol le cayo encima y no se como, pero empezó arder sin yo poder hacer nada,
los gritos eran terribles. No puede hacer nada por ella.
La mecedora empezó a moverse, el caballo lo mismo y la silla
de ruedas empezó a moverse hacia donde yo estaba, paro frente a mi y ocurrió
algo, muy especial...
Empecé a ver como el aire se iluminaba alrededor de la
silla, vi como se iba regenerando la cara del niño, vi como le caían unas
lagrimas, tenia una cara sonriente y su mirada la dirigía hacia arriba y hacia
abajo, no me cabía ninguna duda de que estaba dándome las gracias, en los
nichos paso lo mismo con los niños, me miraban sonriéndome, la mirada del niño
de la silla de ruedas se dirigía hacia el pasillo, la silla empezó avanzar
hacia ella y paro justo a la entrada del pasillo, justo alli empezó a desvanecerse la luz y su cara, se empezó
a difuminar, como la de los demás.
Antes de subir las escaleras, eche una ultima mirada hacia
atrás, el pasillo había dejado de existir era una habitación completamente
vacía y cerrada. Cerré el portón y eche el candado con la cadena.
Fui a la puerta principal, antes de entrar eche un vistazo
en la terraza, estaba vacía, entre a echar un vistazo a la casa, todo parecia
normal, baje al sótano y lo mismo. Ya en la puerta y con la noche encima, cogí
el coche y me dirigí hacia el hotel.
Fue una noche tranquila, me dormí nada mas tumbarme en la cama.
A la mañana siguiente nada mas levantarme, pague la cuenta después de
desayunar, me extraño que la dueña no me preguntarse nada, me dirigí hacia el
cementerio, pasado el puente cogí unas flores del campo, y las deje delante de
las cruces de los niños.
Nunca mas volví al pueblo nunca mas. Solo espero que todos,
todos los que deje en aquel sótano, descansen en paz.
Rafael Huertas
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